Tupperware es uno de esos nombres que todos los latinos reconocemos. Desde los almuerzos que empacamos hasta los restos de la comida que guardamos para más tarde, siempre había uno de esos recipientes plásticos en la cocina (y si no eran de la marca, igual los llamábamos así).

Es por esa razón que la noticia de que Tupperware se declaró en bancarrota, bajo el Capítulo 11, de la Ley de Quiebras de Estados Unidos, sorprendió a tantos hogares latinos y estadounidenses.

La noticia que comunicó la compañía, también ha generado una gran pregunta; cómo una empresa tan icónica, con más de 78 años de historia y reconocimiento mundial, puede declararse en quiebra.

La respuesta radica en una combinación de factores. Durante los últimos años, Tupperware ha enfrentado serias dificultades financieras. La empresa tuvo problemas para adaptarse al nuevo entorno económico, donde los cambios en los hábitos de compra y la creciente preferencia por productos más sostenibles afectaron su negocio.

A esto se sumó la caída en popularidad de las "fiestas Tupperware," un modelo de venta directa que fue clave en su éxito por décadas, pero que en la era digital perdió fuerza frente a las compras en línea.

De acuerdo con CNN, la llegada de nuevas generaciones con capacidad de compra, menos interesadas en las marcas tradicionales y más conscientes del impacto ambiental del plástico, le hicieron "la X" a la marca, y lograron que la marca perdiera su popularidad. Esto generó una baja en las ventas y, con los años, un deterioro importante en la posición financiera de la compañía.

Tupperware ya había dado señales de alarma el año pasado, advirtiendo que podía dejar de operar si no conseguía más efectivo. Aunque la empresa logró un alivio temporal al asegurar un acuerdo con sus acreedores y obtener financiamiento adicional, no fue suficiente para revertir su situación. Ahora, con la declaración de bancarrota, Tupperware busca una nueva oportunidad para reorganizar sus operaciones y mantenerse a flote.

Según Laurie Ann Goldman, la nueva presidenta y directora ejecutiva de Tupperware, la empresa se encuentra en un proceso de transformación para volverse digital y centrada en la tecnología. La compañía está solicitando la aprobación de un tribunal para seguir operando durante el proceso de bancarrota, mientras busca un comprador que pueda revitalizar la marca.

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#Tupperware espera encontrar un comprador. Después de años de pérdida de popularidad y problemas financieros, la marca, de 78 años de antigüedad, se declaró en bancarrota según el Capítulo 11. Nathaniel Meyersohn, de CNN, explica qué salió mal. #cnnenespañol

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Goldman también ha enfatizado que la empresa se "mantendrá enfocada en ofrecer a sus clientes los productos innovadores y de alta calidad que los han acompañado por tanto tiempo".

¿El futuro? Un nuevo enfoque digital y tecnológico que podría darle una segunda vida a esta marca que tantos recuerdos ha creado. Aunque la "fiesta" parezca haber terminado, Tupperware tiene aún una última oportunidad para reinventarse e ir a nuevos hogares, esta vez, con una propuesta, esperamos, más afín con el medioambiente y esta generación.