Con el corazón roto y el ama desgarrada, Madonna se despidió de su hermanito Christopher Ciccone.

El artista, bailarín y diseñador falleció a los 63 años de cancer. Su fallecimiento ha sido un duro golpe para la artista. Christopher desempeñó un papel muy importante en la carrera de Madonna, especialmente durante sus inicios. Colaboró con ella como asistente, estilista y director artístico en varias de sus giras, y fue parte importante en la creación de la imagen de la estrella.

La artista le rindió un homenaje a esa relación que ambos forjaron con una emotiva carta que transmite todo su dolor por esta pérdida:

"Mi hermano Christopher se ha ido. Fue el ser humano más cercano a mí durante tanto tiempo. Es difícil explicar nuestro vínculo, pero surgió de la comprensión de que éramos diferentes y que la sociedad nos iba a dar un mal momento por no seguir el status quo.

Nos tomamos de la mano y bailamos a través de la locura de nuestra infancia. De hecho, la danza era una especie de súper pegamento que nos mantenía unidos.

Descubrir la danza en nuestro pequeño pueblo del medio oeste me salvó y luego vino mi hermano, y lo salvó a él también. Mi profesor de ballet, también llamado Christopher, creó un espacio seguro para que mi hermano fuera gay, una palabra que no se decía ni se susurraba en el lugar donde vivíamos.

Cuando finalmente tuve el coraje de ir a Nueva York para convertirme en bailarina, mi hermano me siguió. Y otra vez nos tomamos de la mano y bailamos a través de la locura de la ciudad de Nueva York.

Devoramos arte, música y cine como animales hambrientos. Estábamos en el epicentro de todas esas cosas que estaban explotando. Bailamos a través de la locura de la epidemia del SIDA. Fuimos a funerales, lloramos y bailamos. Bailamos juntos en el escenario al principio de mi carrera y, con el tiempo, él se convirtió en el director creativo de muchas de mis giras. En lo que se refiere al buen gusto, mi hermano era el Papa y había que besar el anillo para recibir su bendición.

Desafiamos a la Iglesia Católica Romana, a la policía, a la mayoría moral y a todas las figuras de autoridad que se interponían en el camino de la libertad artística. Mi hermano estaba a mi lado.

Era pintor, poeta y visionario. Lo admiraba. Tenía un gusto impecable y una lengua afilada que a veces usaba contra mí, pero yo siempre lo perdonaba. Alcanzamos las alturas juntos
y nos tambaleamos en los momentos más bajos.

De alguna manera, siempre nos reencontrábamos y nos tomábamos de la mano y seguíamos bailando. Los últimos años no han sido fáciles. No hablamos durante un tiempo, pero cuando mi hermano enfermó, volvimos a encontrarnos.

Hice todo lo posible para mantenerlo con vida el mayor tiempo posible. Sufría mucho hacia el final.

Una vez más, nos tomamos de la mano, cerramos los ojos y bailamos juntos.
Me alegro de que ya no sufra.
Nunca habrá nadie como él.
Sé que está bailando en alguna parte.💔"