Andy Cano, primo de Erik y Lyle Menéndez, desempeñó un papel crucial en la historia de estos hermanos, que fue marcada por la tragedia y la controversia.

Nacido el 14 de julio de 1973, Andy creció en un entorno familiar cercano a los Menéndez, lo que lo llevó a tener una relación muy unida con ellos, especialmente con Erik, quien era tres años mayor que él.

Su rol durante el juicio

Cano se convirtió en un testigo clave durante los juicios de los Menéndez, que capturaron la atención del público y los medios de comunicación. En 1993, cuando los hermanos fueron a juicio por el asesinato de sus padres, Andy testificó sobre las conversaciones que tuvo con Erik, en las que este último reveló el abuso sexual que había sufrido a manos de su padre, José Menéndez.

En su testimonio, Andy relató que Erik había compartido con él sus temores y confusiones acerca de la situación familiar, describiendo momentos en que su padre le hacía "masajes" inapropiados, algo que lo afectaba profundamente. A pesar de su testimonio, los fiscales desestimaron las afirmaciones de Andy, argumentando que no eran creíbles.Sin embargo, su apoyo a sus primos fue inquebrantable, lo que demuestra el lazo fuerte que compartían.

La carta reveladora

Uno de los elementos más impactantes que ha salido a la luz en años recientes es una carta que Erik escribió a Andy en diciembre de 1988, apenas meses antes del trágico asesinato de sus padres.

En esta carta, Erik expone su angustia y miedo hacia su padre, afirmando: "He estado tratando de evitar a papá. Sigue sucediendo, Andy, pero ahora es peor para mí".

Esta carta ha sido presentada como evidencia nueva en la lucha de los Menéndez por un nuevo juicio, lo que subraya el impacto del abuso que sufrían.

@_menendezvictims

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La tragedia de Andy Cano

Lamentablemente, la vida de Andy Cano terminó trágicamente en 2003 a la edad de 29 años debido a una sobredosis accidental de medicamentos recetados.

Tras su muerte, su madre, Marta Menéndez Cano, encontró la carta que Erik le había enviado años atrás, lo que reavivó la discusión sobre la historia de abuso en la familia Menéndez.

De acuerdo a miembros de su familia directa, la culpa que Andy sintió por no haber hablado más sobre el abuso y por no haber podido proteger a sus primos lo atormentó hasta su muerte​. Sin embargo, hoy Cano no solo vive a través de su testimonio, sino también en la carta de Erik, que ha sido fundamental para argumentar a favor de una nueva revisión del caso que podría cambiar el destino de los hermanos.