La legendaria Silvia Pinal, una figura destacada en los mundos del entretenimiento mexicano y latino, falleció hoy en Ciudad de México, a los 94 años, dejando una marca imborrable como actriz, empresaria y matriarca de la talentosa dinastía Pinal. Su extraordinaria vida refleja un recorrido de resiliencia, talento y espíritu pionero.

Descrita por su hija menor, la cantante y compositora Alejandra Guzmán, como una "fuerza imparable", la dedicación de Pinal a su oficio fue incomparable. También fue política, madre, abuela y bisabuela.

Una infancia difícil llena de sueños

Nacida de una madre joven y un director de orquesta adinerado, quien se negó a asumir su paternidad hasta que fue adulta, la vida temprana de Pinal fue como un argumento de telenovela. La familia vivía en la pobreza hasta que su madre se casó. Su padrastro la adoptó cuando era una niña mayor.

Soñaba con ser cantante de ópera, pero encontró su vocación en la actuación, dejando su huella durante la época de oro del cine mexicano. Su primer matrimonio con Rafael Banquells, una relación donde él duplicaba su edad, dio lugar a su primera hija, la actriz Sylvia Pasquel.

Pasquel, a su vez, continuó el legado artístico de la familia, adoptando el apellido de su abuela como nombre artístico.

Silvia Pinal convirtiéndose en leyenda

La carrera de Pinal la llevó a compartir la pantalla con leyendas como Pedro Infante y Mario Moreno "Cantinflas". Su segundo matrimonio con Gustavo Alatriste dio lugar a la producción de películas aclamadas internacionalmente como "Viridiana" (1961) y "El ángel exterminador" (1962), bajo la dirección de Luis Buñuel.

Estas películas no solo le trajeron reconocimiento global, sino también conexiones personales, ya que Buñuel se convirtió en el padrino de su segunda hija, Viridiana Alatriste.

Lamentablemente, Viridiana murió en un accidente automovilístico a los 18 años. "Doña Silvia nunca se recuperó de la muerte de Viridiana. Ella misma me lo compartió," recordó Itatí Cantoral, quien interpretó a Pinal en la serie biográfica sobre su vida.

Decir 'no' a Hollywood

Después de su trabajo en Europa, Silvia Pinal regresó a las producciones mexicanas e incluso trabajó con Ricardo Montalbán. Más tarde se mudó a Los Ángeles y tuvo éxito en Hollywood. La diva fue inundada con ofertas, pero después de un intento, se rindió. "Mi inglés es horrible," admitió. Tanto así que en la película "Shark", su voz fue completamente doblada.

Actuó junto a Burt Reynolds, uno de los grandes galanes de la década de 1960. Durante esa época también trabajó en producciones italianas y argentinas. En esos años, Pinal hizo la transición de estrella a empresaria de la industria del entretenimiento, financiando y produciendo musicales y comedias en teatro. También creó una empresa de cosméticos similar a Avon.

Enfrentando el abuso doméstico

Su tercer matrimonio con el ídolo pop Enrique Guzmán estuvo marcado por abusos domésticos, terminando en un divorcio difícil. Esta unión le dio dos hijos más: Luis Enrique y Alejandra Guzmán.

Siguiendo los pasos de su madre, Alejandra se hizo un nombre en la industria musical, convirtiéndose en una reconocida cantante de rock en América Latina. Ha estado increíblemente cercana a su madre en los últimos años de su vida.

La dinastía Pinal

Su casa en Jardines del Pedregal en Ciudad de México no solo era un hogar, sino un símbolo de su éxito y un punto de encuentro para su familia, incluyendo a sus famosas nietas, Frida Sofía y Stephanie Salas, y a sus bisnietas, la modelo, influencer y diseñadora Michelle Salas, hija del icónico cantante Luis Miguel, y la actriz Camila Valero. Estas mujeres, cada una forjando su propio camino en el entretenimiento, consolidaron aún más la influencia de la dinastía Pinal en las artes.

En esa mansión también se encuentran los grandes regalos que recibió a lo largo de su vida. Allí se reunía con sus hijos, nietos y bisnietos.

En esa mansión se encuentran sus retratos realizados por maestros latinoamericanos como el mexicano Diego Rivera (esposo de Frida Kahlo) y el ecuatoriano Oswaldo Guayasamín.

Incursionando en la política

A pesar de sus desventuras en el amor, incluyendo un novio que perdió a manos de su propia hija Silvita —otros romances incluyeron al actor Omar Sharif y al empresario hotelero Conrad "Nicky" Hilton (el primer esposo de Elizabeth Taylor y tío abuelo de Paris Hilton) - Silvia Pinal siguió creyendo en el amor.

En 1983, se casó por cuarta y última vez con el político Julio Hernández Gómez, entonces gobernador de Tlaxcala. Tras su divorcio, Pinal fue mordida por el gusanillo de la política y, tras ganar las elecciones, se convirtió en diputada, un cargo que ocupó durante cuatro años.

Las nuevas generaciones

Las generaciones más jóvenes de latinos conocieron a Silvia Pinal a través de sus múltiples apariciones en televisión. El proyecto del que estaba "más orgullosa" es "Mujeres, historias de la vida real," que produjo durante 15 años, contando muchas de las historias que sus fans compartieron con ella y las que ella misma vivió.

No obstante, su trayectoria en televisión fue casi tan prestigiosa como su carrera cinematográfica. Su primera telenovela fue "Los caudillos," que en 1968 contó la historia de los líderes históricos de México. Entre las que ella misma produjo están "Mañana es primavera" y "Eclipse." De hecho, su último trabajo fue en una telenovela: "Mi marido tiene más familia" en 2018.

Los últimos años de Silvia Pinal

En 2019, se sometió a una operación de cadera. También sufrió covid en dos ocasiones. A pesar de las hospitalizaciones, estaba ansiosa por volver al trabajo, mostrando una ética laboral que inspiró a su familia y admiradores.

Su último evento laboral fue el 28 de agosto de 2022, cuando fue homenajeada por su carrera de vida en el icónico Teatro de Bellas Artes de Ciudad de México.

Su partida deja un profundo vacío en el mundo del entretenimiento. Su vida, que abarca triunfos y tribulaciones, es un testimonio de su legado perdurable en el cine mexicano y global. Su rol como madre, abuela y bisabuela, entrelazado con sus logros profesionales, resalta su impacto, no solo en la pantalla, sino en la vida de las generaciones futuras.

Nos despedimos de Silvia Pinal, agradeciendo sus inmensas contribuciones y el rico legado que deja.