Kamala Harris logró lo imposible: Unir a Taylor Swift y Scooter Braun

En un movimiento que ha dejado a muchos con la boca abierta, Scooter Braun, el magnate de la música y conocido enemigo de Taylor Swift, sorprendió a todos al defender a la cantante tras un comentario de Donald Trump.

El expresidente de Estados Unidos atacó a Swift en su red social Truth Social, declarando "¡Odio a Taylor Swift!" en un mensaje cargado de mayúsculas, algo característico de su estilo digital.

Sin embargo, en lugar de mantenerse al margen, Braun compartió el post de Trump en sus historias de Instagram y agregó una ingeniosa respuesta: "Shake it off, Donald", cuya traducción al español sería "Déjalo pasar, Donald", refiriéndose a uno de los éxitos más icónicos de Swift.

Además, aprovechó para mostrar su apoyo político a Kamala Harris con la frase "Kamala 2024"​.

Enemigos íntimos

Este gesto no pasó desapercibido, principalmente porque la relación entre Braun y Swift ha sido una de las más tensas en la industria musical durante años.

El conflicto comenzó en 2019 cuando Braun adquirió los derechos de los primeros seis álbumes de Swift a través de la compra de la disquera Big Machine Records, lo que llevó a una serie de acusaciones por parte de la cantante.

Swift calificó la adquisición como "el peor de los escenarios", argumentando que Braun había estado involucrado en años de "acoso manipulador" hacia ella, y el control sobre su música era, en sus palabras, una extensión de ese abuso​.

El conflicto escaló rápidamente en la esfera pública, con Swift tomando la decisión de regrabar sus antiguos álbumes bajo el nombre de "Taylor's Version", en un intento por recuperar el control de su legado musical.

Mientras tanto, Braun vendió posteriormente los derechos de esas grabaciones a un fondo de inversión, lo que mantuvo la tensión entre ambos lados. Por eso, el reciente gesto de Braun en medio del ataque de Trump generó especulaciones sobre sus intenciones.

Aunque no está claro si esta acción de Braun representa un intento genuino de hacer las paces con Swift o simplemente un ataque velado hacia Trump, ha sido visto como un gesto de apoyo hacia la cantante en un momento crucial.

Algunos lo interpretaron como un "ramo de olivo" en medio de años de enfrentamientos públicos, mientras que otros lo ven como un simple movimiento estratégico.

El impacto de Taylor Swift en la contienda política

Taylor Swift, por su parte, ha estado utilizando su inmensa plataforma para influir en el ámbito político. En las elecciones de 2024, Swift ha sido una firme defensora de Kamala Harris, lo que ha tenido un impacto significativo entre sus seguidores.

La cantautora ha alentado a sus fanáticos a registrarse para votar y ha sido muy vocal sobre la importancia de la participación política, lo que ha llevado a un aumento notable en las inscripciones de votantes entre los jóvenes​.

Este respaldo político de Swift no es nuevo. Ya en 2020, la cantante rompió su silencio sobre temas políticos al pronunciarse contra la senadora Marsha Blackburn de Tennessee y apoyar públicamente a los candidatos demócratas.

En 2024, su influencia sigue creciendo, y muchos observadores políticos ven su apoyo a Harris como un factor clave para movilizar a votantes jóvenes, particularmente aquellos que se sienten desilusionados con la política tradicional​.

El impacto de figuras como Swift en la política es indiscutible. Con millones de seguidores en todo el mundo, su capacidad para influir en el discurso público es enorme. En este contexto, el aparente apoyo de Scooter Braun a Swift, aunque sutil, también puede ser un reflejo de la importancia que tiene el posicionamiento en temas políticos y culturales en la actualidad.

En cuanto a Donald Trump, su ataque a Swift parece formar parte de su habitual estrategia de confrontación con celebridades que no lo apoyan. A lo largo de los años, ha tenido enfrentamientos con varias figuras del entretenimiento que han expresado su desaprobación hacia su mandato o sus posturas políticas.

Sin embargo, la respuesta de figuras como Swift y ahora, aparentemente, Braun, pone de manifiesto cómo el entretenimiento y la política están más entrelazados que nunca.