¿Quién es el cardenal Raymond Burke, el candidato preferido de Donald Trump para suceder al papa Francisco?
Burke es considerado un posible sucesor del pontífice mientras comienza el proceso para elegir al próximo líder de la Iglesia Católica.

Mientras los católicos de todo el mundo lloran la muerte del Papa Francisco ya ha comenzado todo el proceso ancestral para elegir a su sucesor. Tras un período de luto, el Vaticano realizará la tradición milenaria conocida como cónclave, donde los cardenales decidirán quién será el próximo pontífice.
Aunque todos los católicos bautizados son elegibles, desde el siglo XIV, más precisamente en 1378, solo los cardenales han sido elegidos. El ganador debe obtener al menos dos tercios de los votos de los cardenales menores de 80 años, que son los que tienen derecho a votar.
Hay menos de diez cardenales que se cree que están en la lista para suceder al Papa Francisco, dos de ellos de Estados Unidos. Pero uno de ellos, Raymond Burke, parece ser el preferido del presidente Donald Trump.
Burke, de 76 años, es muy conservador y ha sido muy crítico con el difunto papa. Una posible elección marcaría un giro radical en la dirección de la iglesia, ya que ha adoptado una postura firme contra la flexibilización de las políticas hacia las personas LGBTQ+, el divorcio y el papel de la mujer en la iglesia.
Burke ha apoyado abiertamente a Trump. Cuando Francisco criticó la iniciativa del presidente de construir el muro en la frontera sur, Burke dijo que el republicano estaba "defendiendo los valores de la Iglesia".

El papa Francisco tampoco parecía tener en alta estima a Burke. Tras su nombramiento, lo expulsó de la Congregación para los Obispos, el organismo que ayuda al papa a elegir nuevos obispos. También lo expulsó del Tribunal Supremo, alegando que la medida ya estaba planeada y que no lo castigaba.
Francisco también canceló el acuerdo de gratuidad de Burke para su apartamento en Roma y su salario mensual de 5.000 euros, aunque lo presentó como una reasignación de privilegios. El cardenal dijo que le parecía claro que "el Papa no me quiere en ningún puesto de liderazgo", aunque aclaró que "nunca tuve la impresión de que me considerara su enemigo".
De acuerdo con la normativa vaticana, el cónclave debe convocarse con relativa prontitud tras el fallecimiento del Pontífice. Generalmente, se otorgan entre 15 y 20 días para que los cardenales procedentes de todos los rincones del planeta arriben al Vaticano. Sin embargo, si la totalidad de los purpurados ya se encuentra en Roma, la elección del nuevo Papa puede adelantarse.
Bajo este panorama, se prevé que el cónclave tenga lugar entre el martes 6 y el domingo 11 de mayo, dependiendo de la rapidez con la que los miembros del Colegio Cardenalicio logren reunirse en la capital italiana. Es importante señalar que no existe una fecha precisa para la elección del nuevo Sumo Pontífice, ya que el momento clave llegará únicamente cuando se alcance un acuerdo entre los cardenales y, desde la chimenea de la Capilla Sixtina, se eleve al cielo la esperada fumata blanca.
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