El nuevo e inspirador documental de Cyndi Lauper dirigido por Alison Elwood para Paramount+, 'Let the Canary Sing', está lleno de sorpresas y revelaciones, y una de ellas es el divertido hecho de que su canción insignia, "Girls Just Want to Have Fun", era en realidad una versión de un tema punk hipermasculino de 1979, de Robert Hazard.

Cuando Rick Chertoff, el productor de 'She's So Unusual', el álbum con el que debutó Lauper, llevó al prometedor nuevo fichaje de Portrait Records a ver a Hazard tocar en un club de Filadelfia, Lauper se quedó totalmente fuera de onda por la interpretación de Hazard de "Girls Just Wanna Have Fun" (nótese la ortografía más informal del título), que cantaba desde el punto de vista de un chico malo loco por las chicas con un sutil porejuicio por las putas. En ese mismo momento, Lauper le dijo a Chertoff que nunca grabaría la canción, como éste le había propuesto.

Sólo después de que Chertoff y los otros colaboradores de Lauper en 'She's So Unusual', Rob Hyman y Eric Bazilian de los Hooters, se mostraran, como dice Lauper a Music Times, "dispuestos y lo suficientemente amables como para dejarme usar mi cabeza y mis ideas", la ligeramente retitulada "Girls Just Want to Have Fun" se convirtió en un himno feminista.

"La otra versión no funcionó, pero ésta sí. Quité la parte en la que la chica se colaba en su habitación y él se divertía y papá decía: '¿Qué pasa? Y se me ocurrió hacer un himno", dice la eterna activista. "Lo que no entendieron fue a quién demonios le dieron esa [canción], porque yo quemé mi sostén de entrenamiento en la primera manifestación de mujeres cuando estaba en vivo, en la estatua de Alicia en el País de las Maravillas de Central Park. Así que ahí lo tienen. No va a salir como piensas".

Lauper acabó por "entender cómo podía cantar desde mi punto de vista y convertirlo en una llamada a la solidaridad para las mujeres. Las partes que eran muy masculinas y no tenían que ver con lo que quería decir, las eliminé". No sólo cambió la letra misógina de Hazard (con su bendición), sino que también sugirió el arreglo alegre, veraniego y luminoso, que incluía órganos de carnaval inspirados en Coney Island y modernos redobles de hip-hop.

"Mi idea era utilizar a los chicos de Hooters y su toque reggae, y este nuevo y maravilloso sonido de la batería electrónica, y utilizar los nuevos y maravillosos estilos que venían de Inglaterra, de grupos como The Clash y cómo enfocaban sus guitarras", explica Lauper. "Era algo crudo. Y también [la influencia de] Andy Summers [de Police], que tocaba de una forma completamente distinta a la que nosotros escuchábamos, más orientada al blues. Sentí que había una forma de incorporarlo todo, y de usar una gran voz, que yo tenía".

Cindy Lauper
Cindy Lauper en The New York Society For Ethical Culture, 2005 Andrew H. Walker/Getty Images

Lauper ya tenía 30 años cuando consiguió un contrato discográfico con Portrait y "había trabajado muy duro para conseguirlo. No fue de la noche a la mañana. Había hecho miles de conciertos, estaba en varias bandas, tenía un contrato discográfico anterior con [la banda de pop/rock retro] Blue Angel". Así que esta veterana artista no tuvo ningún problema a la hora de decir lo que pensaba. Recuerda que estaba en el estudio Record Plant de Nueva York con Hyman y Bazilian y les dijo: "Esto va a parecer una locura, pero Rob, ¿podrías tocar esto como una canción de reggae, sólo que haciendo estos acordes? Y Eric, ¿puedes tocar un riff de Motown, sólo haz estos acordes? Y yo voy a cantar algo. Y sólo ignórenme, porque voy a cantar algo raro".

Lauper dice que su voz "rara" o inusual, se inspiró en un dúo de R&B de los años 50/60 que le había recomendado John Turi, su antiguo compañero en Blue Angel. "Shirley & Lee tenían una canción llamada 'Feel So Fine', y [Shirley] tenía una voz muy aguda. Y pensé: 'Vale, inténtalo así'. Empecé a cantar 'girls' muy alto. Y estaban tocando este riff y estaba el tambor de viento. Y entonces, de repente, lo oí. Ellos lo oyeron. Todos lo oímos a la vez: qué podía ser".

Los instintos de Lauper eran correctos, y su radical nueva versión de "Girls" conectó con los fans, muchos de ellos mujeres y/o homosexuales, que se sintieron empoderados por su mensaje. "No sabía que tendría tan buena acogida, por supuesto, pero quería que todas las mujeres escucharan esa canción y pensaran en su poder. Por eso también era muy importante que hubiera mujeres de todos los colores en el vídeo, para que todas las niñas, fueran de donde fueran, pudieran verse reflejadas en él", explica Lauper.

"En los años 80, las mujeres seguían luchando por ser consideradas iguales a los hombres", continúa el icono del pop. "Cuando el movimiento feminista empezó en los años 60 y 70, me sentí muy empoderada y emocionada. Pero en los 80, parecía que gran parte del duro trabajo de personas como Betty Friedan y Gloria Steinem se estaba olvidando, y las mujeres volvían a aceptar el statu quo. Habíamos llegado lejos -pero no lo suficiente-, así que canté 'Girls' para que todas las mujeres del mundo recordaran nuestro poder".

Más de 40 años después, la ganadora de un Grammy a la Mejor Artista Revelación, ganadora de un Tony y nominada al Salón de la Fama del Rock & Roll, que se embarcará en su gira de despedida este año, "nunca se cansa de cantar esa canción en vivo". Pero, agridulcemente, "Girls" resuena quizás aún más profundamente hoy en día. Después de que Lauper se fijara en los manifestantes que llevaban carteles de "Girls Just Want to Have Fundamental Rights" en la Marcha de las Mujeres de 2017, co-diseñó dos camisetas con ese lema para recaudar fondos para True Colors United (su organización que ayuda a jóvenes LGBTQ+ sin hogar), Planned Parenthood y, más tarde, el Fondo Girls Just Want to Have Fundamental Rights, que Lauper lanzó en 2022 en respuesta a la anulación de Roe Vs Wade.