En una noche de elecciones, esperamos resultados rápidos y un claro ganador al final de la jornada.

Sin embargo, en algunas elecciones estadounidenses, el conteo de votos puede extenderse por días o incluso semanas, como ya ocurrió en 2020, cuando el país tuvo que esperar varios días para saber oficialmente quién sería el presidente.

Hoy, en la elección presidencial entre Donald Trump y Kamala Harris, es probable que veamos el mismo escenario de suspenso y paciencia. ¿Por qué sucede esto y qué factores influyen en que el conteo se demore?

La importancia del voto por correo y anticipado

Uno de los principales factores es el aumento del voto por correo y del voto anticipado. Desde la pandemia en 2020, la cantidad de votantes que eligen estas opciones ha crecido notablemente.

Este año, muchos votantes han vuelto a optar por el voto por correo o anticipado, una medida que les permite emitir su voto antes del día de la elección y evitar filas. Sin embargo, contar estos votos puede ser complicado.

En muchos estados, el procesamiento de las boletas por correo no comienza hasta el día de la elección, lo que retrasa el conteo. Algunos estados incluso requieren verificar las firmas de los votantes en las boletas, una medida de seguridad adicional que agrega tiempo al proceso.

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Kamala Harris y Donald Trump, candidatos del Partido Demócrata y Republicano, respectivamente, requieren 270 votos del Colegio Electoral para alcanzar la victoria y convertirse en presidenta o presidente de Estados Unidos. Debido a que el sistema electoral estadounidense es indirecto y cada estado tiene un número desigual de votos en el Colegio Electoral, son varias las combinaciones con las que cada uno podría ganar. Enrique Acevedo tiene los detalles. #EleccionesEstadosUnidos #donaldtrump #kamalaharris

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Estados clave y el 'efecto péndulo'

En una elección presidencial tan reñida, los resultados suelen depender de unos pocos estados clave, conocidos como "swing states" o "estados péndulo", donde la diferencia entre candidatos es muy ajustada.

Estados como Pensilvania, Arizona y Georgia suelen ser los últimos en tener resultados definitivos, ya que sus reglas sobre el conteo de votos por correo y anticipado varían y, en algunos casos, son especialmente estrictas.

Estos estados, por ejemplo, pueden recibir boletas por correo hasta varios días después de la elección, siempre y cuando tengan un matasellos del día de la votación. Así, hasta que no se contabilice cada voto pendiente en estos estados, no se puede declarar un ganador con certeza.

Casos recientes y los desafíos legales

Las elecciones en 2020 entre Donald Trump y Joe Biden son el mejor ejemplo de un conteo prolongado. Los estados que tomaron días en completar el conteo, como Pensilvania y Michigan, fueron objeto de desafíos legales y recuentos en medio de acusaciones de fraude electoral, lo que aumentó la demora.

Aunque el sistema electoral en EE.UU. es robusto, los desafíos legales y las investigaciones sobre supuestas irregularidades pueden alargar el proceso. En el contexto actual, no es improbable que estos desafíos se repitan. Trump y Harris se encuentran en una contienda altamente polarizada y, como en 2020, podría haber disputas legales que prolonguen el conteo final.

Qué podemos esperar en la elección del 5 de noviembre

Dado este panorama, es muy probable que la noche de hoy no veamos un resultado definitivo. Los expertos han señalado que el conteo se puede prolongar hasta bien entrado el fin de semana, o incluso más allá, si se presentan desafíos en los tribunales.

Si la contienda se reduce a unos pocos votos en los estados clave, el país podría enfrentar un conteo prolongado, revisiones adicionales y, potencialmente, litigios que compliquen aún más la espera.

Mientras tanto, las cadenas de noticias y las plataformas digitales estarán actualizando los resultados en tiempo real, aunque la recomendación es seguir con paciencia el proceso y no precipitarse a conclusiones y aseveraciones sin evidencia, hasta que todos los votos hayan sido contados.

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