¿Dónde queda la casa de los hermanos Menéndez?
En una ciudad conocida por sus mansiones repletas de lujos deslumbrantes, hay una casa que destaca no solo por su arquitectura mediterránea y su opulencia, sino también por la tragedia que ocurrió dentro de sus paredes.
El brutal asesinato de José y Kitty Menéndez a manos de sus hijos, Lyle y Erik, convirtió a esta propiedad en un lugar infame que, décadas después, sigue fascinando a los seguidores de historias de True Crime.
Aunque ha cambiado de dueños y renovado su apariencia con el paso de los años, esta mansión no ha logrado escapar de su sombrío pasado. Atrae tanto a curiosos como a los interesados en los relatos más oscuros de Hollywood, convirtiéndose en una parada obligada para los tours que exploran los crímenes más icónicos de Los Ángeles.
Un hogar de lujo convertido en escena del crimen
Construida en 1927, la mansión que una vez fue el hogar de los Menéndez está ubicada en el exclusivo barrio de Beverly Hills, más específicamente en el 722 North Elm Drive. Diseñada con un estilo mediterráneo, la propiedad cuenta con 6,065 pies cuadrados, seis dormitorios, ocho baños, una casa de huéspedes, una cancha de tenis y una piscina.
Tras el asesinato de José y Kitty en 1989, la mansión adquirió notoriedad como la escena de uno de los crímenes más mediáticos de la época. Convertida en un símbolo del caso, su dirección se incluyó en los mapas de tours de crímenes en Los Ángeles, atrayendo a turistas interesados en conocer los lugares más infames de la ciudad.
Los propietarios después de la tragedia
Poco después de los asesinatos, la casa fue puesta en venta. En 1991, su valor ascendía a 4.8 millones de dólares, pero su asociación con el crimen complicó el proceso de venta. Entre los dueños posteriores se encuentra William Link, el guionista de la icónica serie Columbo, quien vivió en la propiedad durante algunos años.
En 2001, el empresario Sam Delug compró la casa por 3.7 millones de dólares. Más recientemente, en marzo de 2024, la mansión fue adquirida por la familia Lahijani por 17 millones de dólares, una cifra inferior al valor estimado en el mercado inmobiliario. A pesar de los intentos por renovar y modernizar la propiedad, su pasado sigue siendo un atractivo peculiar para muchos.