Este febrero de 2025, se cumplen 23 años desde que el mundo perdió a un hombre apasionado por la vida: Carlos González, padre de la talentosa actriz mexicana Eiza González quien lo recuerda con cariño.

Aunque su vida fue interrumpida trágicamente por un accidente vial cuando conducía una motocicleta en el año 2002, su legado sigue vivo no solo en los recuerdos familiares sino también como una fuente constante de inspiración para su hija.

Un hombre con espíritu aventurero

Carlos era un hombre que amaba la adrenalina; amante de las motocicletas y aventuras que le permitían vivir disfrutando de esta afición. De hecho su trágica muerte ocurrió durante un accidente vial mientras conducía una motocicleta.

Aunque se desconocen a fondo los detalles sobre el accidente, se supo que la madre de Eiza recibió una llamada en la que le confirmaban que su esposo no había soportado el impacto del vehículo.

No es mucho lo que se sabe sobre su vida, pero su esposa e hijos se han encargado de recordarlo en cada fecha importante, destacando las cualidades que lo hicieron un hombre y padre ejemplar.

El adiós que marcó a la familia

Para Eiza, quien tenía apenas doce años cuando ocurrió el trágico accidente, la pérdida fue devastadora pero también transformadora. En diversas entrevistas ha expresado cómo las lecciones aprendidas durante esos primeros años junto a él siguen guiándola hoy en día.

"Mi padre es alguien que está presente en mi vida... En todas las decisiones que tomo me inspiro mucho en lo que me dijo mientras lo tuve conmigo", expresó en una entrevista para el diario Reforma.

Eiza González y Carlos González
Cortesía/Instagram

Su madre, Glenda Reyna, ha sabido mantener viva esta memoria familiar. Después del fallecimiento de su esposo, se dedicó plenamente al cuidado emocional tanto de Eiza como de su medio hermano mayor, Yulen Valladares.

Religiosamente, Glenda cada año, el 10 de febrero, acude a sus redes sociales para rendir homenaje al padre de Eiza, y este año no fue la excepción.

"23 años mi flaco querido .. puedo aún sentir el amor que imprimían sólo con tomarme de tu mano, recuerdo el olor del aire que respiraba cerca de ti , una mirada tuya retomaba el vuelo de mi alma hacia el infinito y más", es parte del gran escrito que le dedicó junto a una imagen de ambos.

Eiza por su parte, permanece conectada profundamente con los valores transmitidos por su padre, quien ya no está presente pero cuyo espíritu continúa vivo dentro ella, a través tanto de sus palabras como de las enseñanzas que le dejó.

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