El artista estadounidense Jack Black, una de las figuras más carismáticas y queridas de Hollywood, nació el 28 de agosto de 1969 en Santa Mónica, California. Aunque es ampliamente reconocido por su trabajo en películas como School of Rock, Kung Fu Panda y su papel como líder de la banda de comedia rock Tenacious D, pocos conocen la increíble historia de su madre, Judith Love Cohen, quien jugó un papel clave en uno de los momentos más críticos de la historia aeroespacial: el rescate de la misión Apolo 13​.

Judith Love Cohen no solo fue una pionera en un campo dominado por hombres, sino que también fue una de las pocas mujeres ingenieras en trabajar en proyectos cruciales de la NASA. Graduada de la Universidad del Sur de California (USC) en ingeniería eléctrica, Cohen participó en el desarrollo del Sistema de Guía de Aborto (Abort-Guidance System) para la misión Apolo 13. Este sistema fue fundamental para el retorno seguro de los astronautas tras la explosión de un tanque de oxígeno en el espacio, que puso en peligro sus vidas.

La historia entera se puede ver en la película Apolo 13 de Tom Hanks.

Lo sorprendente es que Cohen resolvió un problema crítico relacionado con este sistema justo antes de dar a luz a su hijo menor, Jack. Según relatos familiares, llevó los cálculos al hospital y completó su trabajo antes de dar a luz. Esta dedicación ejemplar no solo salvó vidas, sino que también dejó una huella indeleble en la historia de la ingeniería​.

De una infancia singular a una carrera en Hollywood

Crecido en un hogar donde la excelencia académica y profesional era la norma, Jack Black tuvo una infancia marcada por el divorcio de sus padres. Desde los 10 años, el que luego sería un gigante de la comedia, debió dividir su tiempo entre la casa de su madre y la de su padre, Thomas William Black, también ingeniero.

Black comenzó a mostrar su talento en la actuación desde joven, participando en comerciales y destacándose en el drama durante su tiempo en la Crossroads School. Posteriormente, asistió a la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), pero abandonó sus estudios en su segundo año para seguir una carrera en el entretenimiento, algo que generó preocupación en sus padres, especialmente en su madre, quien valoraba la estabilidad profesional que ella misma había construido.

El camino al estrellato no fue fácil para Black. Durante su adolescencia y principios de su vida adulta, enfrentó serios problemas de adicción a las drogas, lo que llevó a momentos oscuros en su vida. Sin embargo, logró superarlos con el apoyo de su familia y amigos, y canalizó su energía en su carrera artística, donde ha alcanzado un éxito considerable.​

Una dedicación a las artes

A lo largo de su carrera, Black ha protagonizado una impresionante lista de películas y ha dejado su huella como uno de los comediantes más talentosos de su generación. Desde su papel en High Fidelity hasta convertirse en la voz de Po en Kung Fu Panda, y más recientemente como Bowser en The Super Mario Bros. Movie, su versatilidad y carisma lo han hecho destacar en la industria.

Otra de sus películas famosas es Nacho Libre, donde compartió la protagonización con la actriz mexicana Ana de la Reguera.

Además, es miembro fundador de la banda de rock Tenacious D.

A pesar de su éxito en Hollywood, Jack Black nunca ha olvidado sus raíces. La historia de su madre, Judith Love Cohen, ha sido una fuente de inspiración constante, y Black ha hablado en varias ocasiones sobre el impacto que su trabajo en la NASA tuvo en él. La conexión con la ciencia y la ingeniería, aunque no se reflejó en su elección de carrera, ha influido en su enfoque meticuloso y su dedicación a su arte.

Jack Black está celebrando su cumpleaños este 28 de agosto, por lo que estamos ante es el momento perfecto para reflexionar sobre el legado de Jack Black, no solo como una estrella de Hollywood, sino como un símbolo de la unión entre la creatividad y la ciencia.