O.J. Simpson pudo haber fallecido el pasado 10 de abril de 2024, pero las noticias sobre el asesinato de su expareja Nicole Brown y Ron Goldman no cesan. Ahora, una supuesta grabación de un exguardaespaldas que trabajó para el jugador de la NFL sería la prueba necesaria para la resolución del caso más de 30 años después.

El medio TMZ recibió información por parte de la policía de Minnesota donde se afirma haber respondido a una investigación paralela al caso de Simpson. En ella habrían confiscado un bolso perteneciente a Iroc Avelli, nombre del escolta, en la que aparecen varias memorias USB y dentro de una de ellas supuestamente O.J. realizó la confesión de haber matado a Brown y Goldman.

Incluso, según las autoridades, se comenta que dentro de la nota de voz Simpson también apunta a otro involucrado que ayudó en el crimen, pero sin confirmación alguna.

El revuelo que generó la supuesta grabación motivó a que decenas de medios le pidieran declaración al abogado de Simpson, pero éste declinó realizar comentarios, explicando que no es posible verificar que el contenido de la memoria sea legítimo.

Dentro del documento también se explica que la grabación corresponde a 2022, cuando fue detenido Avelli, aunque fue ahora que se está investigando.

En aquél momento, tras ser encarcelado por posesión ilegal de armas, entre otros casos, el mismo Avelli se reunió junto a su abogado y la fiscalía en una comisaría de Los Ángeles alegando tener dicha grabación, que habría dado un vuelco completo al caso Simpson.

También, según TMZ, la policía reprodujo la grabación, pero no consiguió prueba alguna que incrimine a Simpson.

Por eso, será necesario esperar al informe público de las autoridades para que finalmente se confirme o se desmienta el contenido del pendrive.

O.J. Simpson
O.J. Simpson fue absuelto de los crímenes en 1995 pero años más tarde terminó con sentencia en un tribunal civil. REED SAXON/AFP via Getty Images

De cualquier manera, aunque se libró en 1995 por los cargos penales de los asesinatos, en 1998 recibió condena civil que sentenció que debía pagar una indemnización a la familia de los fallecidos de más de $33 millones de dólares.

Sin embargo, los problemas con la ley continuaron cuando fue señalado de cometer robo a mano armada en Florida, donde fue declarado inocente, y para 2008 terminó como culpable de todos los cargos por conspiración criminal, secuestro, asalto y robo en un casino de Las Vegas; el recibió condena a 33 años de cárcel.

Desde entonces se mantuvo en prisión hasta su muerte a los 76 años, producto de un cáncer de próstata.

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