La familia de Erik y Lyle Menéndez, encarcelados desde 1996 por el asesinato de sus padres, se reunió finalmente con el fiscal del distrito de Los Ángeles, Nathan Hochman.

Este encuentro marca un paso importante en los esfuerzos por revisar el caso de los hermanos, tras las rejas por más de tres décadas luego de este asesinato que continúa siendo tema de conversación, quizás ahora más que nunca.

La reunión, que tuvo lugar en la oficina del fiscal, contó con la participación de varios familiares cercanos a los Menéndez, incluidos primos, tíos y sus respectivas parejas, quienes han apoyado abiertamente la liberación de Erik y Lyle durante años.

También estuvieron presentes los abogados defensores de los hermanos, quienes aprovecharon la oportunidad para presentar nuevas evidencias y argumentos legales.

Entre ellos, se incluyó información relacionada con testimonios adicionales y declaraciones que nunca se consideraron durante el juicio original, pero que, según los defensores, podrían demostrar abuso familiar y manipulación por parte de sus padres.

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New L.A. County District Attorney Nathan Hochman said he had a "very productive" meeting with Lyle and Erik Menendez’s family as he continues to review the brothers’ bid for freedom.

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Lo que se discutió en la reunión

Durante el encuentro, los familiares de los Menéndez enfatizaron el impacto emocional y psicológico que Erik y Lyle sufrieron durante su infancia, un tema que fue ignorado en los juicios iniciales de los años 90.

Según fuentes cercanas a la reunión, los argumentos se centraron en el derecho de los hermanos a un nuevo juicio, en parte debido al contexto de abuso que salió a la luz en los últimos años y que podría cambiar la percepción del caso.

El fiscal Hochman escuchó atentamente los testimonios y revisó los documentos presentados por el equipo legal de los hermanos. Aunque no se comprometió a una decisión inmediata, Hochman mostró disposición a considerar seriamente los argumentos presentados, asegurando a la familia que revisará el caso de manera imparcial.

A su salida de la reunión, calificó el encuentro de un poco más de 3 horas como "muy útil y productivo", aunque lo calificó como "una reunión informal".

Entre los puntos destacados de la reunión estuvo la solicitud formal de los abogados para realizar una audiencia en las próximas semanas, donde se podrían presentar nuevas evidencias y testimonios clave que no estuvieron disponibles durante el juicio original.

Próximos pasos en el caso

En las próximas semanas, se espera que el equipo legal de los Menéndez presente una moción para reabrir el caso ante un tribunal del condado de Los Ángeles. Esta moción estará basada en dos vías principales: la primera, demostrar que hubo irregularidades legales en el juicio inicial, y la segunda, argumentar que las pruebas de abuso físico y psicológico deberían haber tenido un peso significativo en la sentencia.

Si la moción es aceptada, el caso podría pasar a una revisión completa o incluso a un nuevo juicio. Sin embargo, si es rechazada, la familia y los abogados aún tienen la opción de apelar la decisión ante una instancia superior.

¿Qué dice la familia?

Los familiares de Erik y Lyle expresaron su optimismo al salir de la reunión. Según uno de los tíos de los Menéndez, la reunión fue un paso positivo en la lucha por la justicia. "Creemos que finalmente estamos siendo escuchados. Esto no se trata solo de Erik y Lyle, sino de corregir un error que lleva casi 30 años", comentó.

Por su parte, Anamaría Baralt, prima de Erik y Lyle, y una vocera del caso, se limitó a decir que la familia se encontraba "agradecida", sin dar mas detalles de lo que habría ocurrido a puertas cerradas.

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Hermanos Menendez, Estados Unidos