En 'Warfare', una película bélica cruda y emotiva, codirigida por el ex SEAL de la Marina Ray Mendoza y el cineasta Alex Garland, el campo de batalla es solo el comienzo. La película, estrenada por A24, reconstruye una misión de 2006 en Ramadi, Irak, con minucioso detalle, no solo como una proeza cinematográfica, sino como un acto de conmemoración, recuperación del trauma y homenaje.

Para Mendoza, es algo profundamente personal. Para Woon-A-Tai, el actor canadiense en ascenso conocido por 'Reservation Dogs', es una actuación arraigada en la reverencia.

Cuando me senté con ambos en Miami después de una proyección que me dejó sin dormir, la atmósfera era una mezcla de pesadez, asombro y emoción.

"Hay mucho peso que llevar"

Mendoza, el SEAL de la vida real cuyas experiencias inspiraron la película, no vio 'Warfare inicialmente pendiente de sus propios sentimientos. "No me emocioné porque quería que todos mis amigos la vieran y la aprobaran", explicó. "La opinión de los SEAL involucrados es muy importante. Tenía que asegurarme de ejecutarla bien".

En lugar de abordar la película terminada como un creador distante, Mendoza la experimentó a través de las reacciones de los hombres con quienes luchó. Cada aprobación fue un alivio. "A medida que empecé a mostrar a cada persona retratada en la película, la situación se fue haciendo cada vez más ligera. Así que empecé a sentirme agradecido y orgulloso de ellos, por haber ayudado a estos chicos a lograrlo".

La historia se centra en Elliott Miller, amigo de Mendoza, quien sufrió una lesión cerebral traumática durante la misión y perdió por completo la memoria de lo sucedido. La película, en parte, es un regalo para él: una forma de reconstruir el pasado para que Miller finalmente pueda comprenderlo.

"Él estaba allí todos los días"

Interpretar a Mendoza no es tarea fácil, pero Woon-A-Tai abordó el papel con humildad e intensidad. "Físicamente, no me parezco en nada a él", bromeó. "Pero tuve mucha suerte de que estuviera allí casi todos los días. Fue nuestro entrenador en el campamento de entrenamiento que tuvimos. Como él era un exentrenador de BUD/S, todo salió a la perfección".

El actor solo se reunió con Mendoza un par de veces antes de que comenzara el rodaje. "Sabía que, al llegar a Londres, tenía que intentar conocerlo lo mejor posible".

El resultado de su colaboración es una actuación serena y conmovedora. Gran parte de la interpretación de Woon-A-Tai se basa en el silencio, no solo por necesidad, sino por instinto cultural. "Es imposible prepararse para eso", dijo cuando le preguntaron cómo transmitía tanto dolor, compasión e ira solo con la mirada.

En su herencia indígena, la narración a menudo se apoya en lo tácito: las expresiones faciales, la energía y la presencia. "En tu cultura, se trabaja mucho con el silencio, con la narración y con la expresión física de las emociones", le dije. "Tus ojos eran el alma de la película". Me respondió con una suave sonrisa.

"La guerra no termina para nosotros"

Mendoza espera que 'Warfare' abra conversaciones mucho más allá de la pantalla. "Que la guerra haya terminado hace mucho tiempo no significa que haya terminado para ti", dijo. "Hay recuperación física, recuperación mental, recuperación espiritual. Sigue siendo un tema relevante".

Ahora, su objetivo es que la gente entienda el porqué de la película. "Me alegra compartir ese mensaje: honrar a estos chicos y el esfuerzo que pusieron en ella".

Para Mendoza y Woon-A-Tai, 'Warfare' no es solo una película. Es un puente entre la memoria y la comprensión, entre quienes sirven y quienes intentan comprender el verdadero costo de ese servicio. También es un vínculo, uno que se construye entre un veterano y un actor, forjado no solo a través del entrenamiento o los guiones, sino a través de la confianza.

En una época donde las narrativas bélicas suelen caer en el espectáculo, 'Warfare' vuelve a poner el foco en la realidad. No se trata solo de lo que ocurre en la batalla, sino de lo que sobrevive.