Jet lag, desierto vacío y un cinturón por recuperar: la pelea más personal de Canelo Álvarez hasta el momento - EXCLUSIVA
Su próxima pelea será en Arabia Saudita el 3 de mayo contra el boxeador cubano William Scull.

El boxeador mexicano Saúl "Canelo" Álvarez está acostumbrado a romper récords, llenar estadios y cargar con el peso de todo un país sobre sus hombros. Pero esta vez, el reto es diferente. No es solo otro oponente, sino un rival invisible más difícil de esquivar que un gancho de izquierda: el tiempo mismo.
En una conversación exclusiva con The Latin Times , Álvarez se sincera sobre su próxima pelea contra William Scull, programada para el 3 de mayo en Riad, Arabia Saudita. Sin embargo, lo que destaca no es solo el oponente cubano al otro lado del ring, sino el hecho de que Canelo, a sus 33 años, se prepara para pelear fuera de Estados Unidos y México por primera vez, adaptándose a un entorno radicalmente diferente, sin dejar de cargar con la presión de ser la cara del boxeo mexicano.
"No se trata sólo de luchar, se trata de adaptarse"
"El reto no es solo pelear en Arabia; se trata de adaptarse física y mentalmente", dice Álvarez, relajado pero concentrado desde su campamento de entrenamiento en Nevada, justo en la frontera con California. Allí, bajo la tutela de Eddy Reynoso, Canelo entra en lo que podría ser uno de los campamentos más exigentes de su carrera, y no solo físicamente.
El combate, promocionado como parte del esfuerzo continuo de Arabia Saudita por posicionarse como un actor importante en el boxeo mundial, presenta condiciones peculiares. El evento principal se llevará a cabo a las 6:00 a. m., hora local, para adaptarse al horario estelar de la televisión estadounidense. Esto significa que Álvarez tendrá que actuar cuando su cuerpo suele descansar.
"Eso será nuevo para mí y para todos. No se trata solo de luchar desde el principio; se trata de preparar el cuerpo y la mente para rendir al máximo en una zona horaria y un clima diferentes", explica.
El cinturón que tuvo que recuperar
Las circunstancias también marcaron esta pelea. Canelo perdió el cinturón supermediano de la FIB en 2024 cuando decidió no enfrentar a Scull durante su defensa obligatoria y eligió a otro rival. Scull se apoderó del título vacante tras derrotar al ruso Vladimir Shishkin. Ahora, Álvarez debe enfrentarlo de nuevo si quiere ser el campeón indiscutible.
"Scull es un luchador fuerte, joven y con hambre. Se lo merece. Se lo ganó", dice Álvarez sin excusas.
Pero, más allá del poder de Scull, la verdadera lucha parece ser el desafío de lo desconocido: el desierto, las mañanas tempranas, el jet lag.
Un camino solitario hacia Riad
Álvarez reveló que planea viajar a Arabia Saudita tres semanas antes de la pelea, una decisión inusual incluso para peleadores de élite. "Iré temprano para adaptarme bien", comparte. "Esta vez es diferente. No quiero distracciones. Quiero estar en mi mejor momento".
En una decisión inusual para Canelo, su esposa e hijos no estarán en el campamento hasta la semana de la pelea. Esta ausencia es un sacrificio personal para alguien conocido por su estrecha relación familiar.
"Claro que los voy a extrañar. Pero sé lo que tengo que hacer. Siempre lo he sabido", dice con una sonrisa breve pero reveladora.
El verdadero oponente: el reloj
Los comentarios de Canelo parecen las palabras de alguien que se prepara para una batalla física y mide el tiempo con más consciencia. Ya no es el joven prospecto sin nada que perder. Ahora es un ícono mundial, un empresario y un padre.
"Dormir bien, recuperarse, comer bien; eso es todo lo que se hace en el campamento", dice con franqueza. Pero lo que está en juego parece más importante que nunca para Álvarez, cuya carrera se ha cimentado en la disciplina.
Al acercarse a los 35 años, cada decisión cuenta. Cada caloría, cada hora extra de descanso, cada sesión de entrenamiento. Y con Arabia Saudita sin las comodidades habituales, el Canelo que subirá al ring se habrá enfrentado no solo a Scull, sino también al silencio, el aislamiento y sus pensamientos durante tres largas semanas.
"El boxeo es boxeo, en cualquier lugar"
A pesar de todos los desafíos, la mentalidad de Álvarez se mantiene firme. "Al fin y al cabo, el boxeo es boxeo, ya sea en Estados Unidos, México o Arabia. Lo importante es llegar preparado", insiste.
Lo dice como alguien que sabe que la preparación ya no depende solo de entrenar y correr, sino también de adaptarse a los cambios culturales y mentales. Sabe que en Arabia Saudita, a las 6 de la mañana, no solo estará peleando contra Scull; estará luchando contra el jet lag, las expectativas y la presión invisible de representar a México bajo el cielo matutino de un país extranjero.
Pero si Canelo ha demostrado algo en su carrera es que nunca se aleja de una pelea, incluso cuando el oponente es el tiempo mismo.
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