Luis Armando Albino, un niño puertorriqueño secuestrado en 1951 en California, apareció vivo gracias a una inesperada prueba de ADN, después de más de 70 años de haber desaparecido. El secuestro ocurrió cuando tenía 6 años, mientras jugaba en un parque en West Oakland, California, con su hermano mayor, Roger. Una mujer lo engañó prometiéndole dulces y lo llevó consigo. Su familia lo buscó por décadas, pero sin éxito.

El caso dio un giro inesperado en 2020, cuando su sobrina, Alida Alequín, decidió realizarse una prueba de ADN online por curiosidad, sin sospechar que esta prueba sería clave para localizar a su tío.

Según informó el Mercury News en marzo de 2024, los resultados del ADN, junto con viejas fotos y recortes de periódico, llevaron a la identificación de Albino, quien vivía en la costa este de los Estados Unidos como un veterano de guerra y bombero jubilado.

El caso, que comenzó el 21 de febrero de 1951 cuando Albino fue apartado de su hermano en el parque de West Oakland, ha sorprendido por la persistencia de su familia y los avances tecnológicos que permitieron su reencuentro.

Durante años la madre de Luis involucró a las autoridades locales, a la Guardia Costera y al ejército para intentar localizar a su hijo, pero ninguna autoridad obtuvo pistas concluyentes. De hecho llegaron a pensar que Luis se había ahogado y que su hermano Roger, quien tan solo tenía 10 años de edad por ese entonces, había inventado lo de la mujer con "la bandana verde y los dulces" para no contar la verdad. Pero Roger se mantuvo fiel a su historia hasta el final.

El análisis genético que se realizó su sobrina Alida en 2020 mostró una coincidencia que la llevó a un hombre que vivía en la costa este de Estados Unidos. A Aida le pareció raro esto y comenzó de nuevo su búsqueda e insistencia ante la sospecha de que este hombre pudiera ser su tío desaparecido. Años después, gracias a la colaboración entre la familia de Luis, la policía de Oakland y el FBI, se pudo confirmar su identidad y organizar el reencuentro.

En junio de este año, Luis, ahora un veterano de la Guerra de Vietnam y bombero retirado, se reunió con su familia en California. Su hermano Roger, quien fue testigo del secuestro, pudo ver nuevamente a Luis antes de fallecer. Su sobrina Alida, quien lideró la búsqueda, explicó que la reunión fue un momento importante para toda la familia, ya que pudieron reencontrarse con un ser querido que creían perdido para siempre y que su tío la abrazó y le dijo "gracias por encontrarme".

Los detalles sobre lo que sucedió luego del secuestro o de quién fue la mujer que lo secuestró, o de cómo Luis llegó a parar con una pareja que lo crió como si fuera su propio hijo, no han sido revelados aún. La investigación aún no termina y deberá seguir su curso.