El mundo del rock está de luto. Clem Burke, baterista de la icónica banda Blondie, falleció a los 70 años tras una batalla privada contra el cáncer. La noticia fue confirmada este lunes a través de un comunicado en la cuenta oficial del grupo en Facebook.

"Con profunda tristeza compartimos la partida de nuestro querido amigo y compañero de banda, Clem Burke, tras una lucha privada contra el cáncer", expresó la banda. "Clem no era solo un baterista; era el corazón de Blondie".

Nacido en Nueva Jersey, Burke se mudó a Nueva York en los años 70 para unirse a Blondie, poco después de la fundación del grupo en 1975. Desde entonces, fue una pieza clave en la evolución de la banda y en su éxito internacional.

Su talento no se limitaba al escenario. Fue quien convenció a su amigo Gary Valentine para sumarse como bajista en los inicios del grupo. También ayudó a calmar tensiones entre Debbie Harry y Chris Stein, fundadores de Blondie, cuando pensaron en separarse.

Clem Burke dejó su huella en los más grandes éxitos de Blondie. Su batería vibró en clásicos como 'Heart of Glass', 'Call Me, Atomic', 'Sunday Girl', 'The Tide Is High' y 'Maria'. Temas que dominaron las listas de éxitos y marcaron generaciones.

Su presencia en vivo era tan poderosa como su sonido. Al final de cada concierto, sorprendía al público con su famoso salto sobre la batería. Una imagen que quedará grabada en la memoria de miles de fans.

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El legado de un grande

Además de trabajar con su banda Blondie, Burke colaboró con grandes nombres de la música. Tocó con Ramones, Eurythmics, Iggy Pop, Bob Dylan, Joan Jett, The Go-Go's, entre muchos otros. Su versatilidad lo convirtió en uno de los bateristas más respetados del rock.

La banda lo describió como un "superviviente del rock & roll", con una energía y una ética de trabajo que inspiraron a todos a su alrededor. "Su legado vivirá a través de toda la música que creó y las vidas que tocó", concluye el comunicado firmado por Debbie Harry, Chris Stein y el resto de la familia Blondie.

Los fans, colegas y amigos han comenzado a rendir tributo en redes sociales, recordando su pasión, entrega y ese inconfundible ritmo que solo Clem Burke podía dar. El rock pierde a una leyenda, pero su música seguirá sonando.