Dulce y Armando Manzanero: Una relación que duró hasta después de la muerte
La relación entre la cantante mexicana Dulce y el maestro Armando Manzanero es una de las más emblemáticas en la historia del espectáculo en México. Su colaboración no solo impulsó la carrera de la artista, quien falleció el día de Navidad de 2024, sino que también dejó una huella imborrable en la música latina.
Bertha Elisa Noeggerath Cárdenas, conocida artísticamente como Dulce, nació el 29 de julio de 1955 en Matamoros, Tamaulipas. Desde joven, mostró una inclinación natural hacia la música, aunque inicialmente se trasladó a Monterrey para estudiar psicología. Su pasión por el canto la llevó a unirse a la banda "Toby y sus amigos" en 1974, marcando el inicio de su carrera musical.
Primero llegó José José
El destino la llevó a conocer a José José, quien se convirtió en un pilar fundamental en su desarrollo artístico. Gracias al apoyo del "Príncipe de la Canción", Dulce se trasladó a la Ciudad de México para iniciar su carrera como solista.
En una entrevista, Dulce expresó: "Yo siempre lo he dicho, el pan de mi casa sabe a José José, todo lo que le he dado a mi familia se lo debo a ese hombre. Sin él mi camino hubiera sido mucho más largo y mucho más difícil, lo bendigo dondequiera que esté".
Manzanero, un festival y una relación de vida
La conexión con Manzanero se produjo en 1978, cuando Dulce fue seleccionada para interpretar 'Señor Amor', una composición del maestro yucateco, en el Festival de Mallorca en España. La interpretación de Dulce fue magistral, obteniendo los premios de Mejor Canción, Mejor Intérprete y Cantante más Fotogénica del festival.
Este triunfo no solo consolidó su carrera, sino que también fortaleció su relación profesional con Manzanero.
En una entrevista, Dulce compartió una anécdota sobre su colaboración con Manzanero: "Recuerdo que durante los ensayos para el festival, el maestro me decía que debía sentir cada palabra, vivir la canción. Su guía fue esencial para mi interpretación", y estableció un vínculo que persistió hasta la muerte del legendario cantautor mexicano el 28 de diciembre de 2020 a consecuencia de covid.
La química entre Dulce y Manzanero se evidenció en múltiples presentaciones. En agosto de 2009, participaron juntos en el concierto "Armando Manzanero y sus mujeres" en el Auditorio Nacional de la Ciudad de México. Dulce interpretó algunas de las composiciones más emblemáticas del maestro, demostrando la profunda conexión artística que compartían.
Una influencia permanente
La influencia de Manzanero en la carrera de Dulce es innegable. Sus composiciones, cargadas de romanticismo y emotividad, encontraron en la voz de Dulce una intérprete capaz de transmitir la profundidad de sus letras. Temas como "Señor Amor" se convirtieron en clásicos, resonando en el corazón del público y consolidando a Dulce como una de las principales exponentes de la balada romántica en México.
La relación entre Dulce y Manzanero trascendió lo profesional, convirtiéndose en una amistad basada en el respeto y la admiración mutua. Dulce recordó en una ocasión: "El maestro siempre me decía que la música es el idioma del amor, y que cada interpretación debía ser una declaración sincera de sentimientos". Esta filosofía se reflejó en cada una de sus colaboraciones, dejando un legado imborrable en la música mexicana.
La partida de Dulce el 25 de diciembre de 2024 deja un vacío en la industria musical. Sin embargo, su legado perdura en las interpretaciones que realizó de las composiciones de Manzanero y de otros grandes autores. Su voz, llena de pasión y sentimiento, continuará inspirando a futuras generaciones de artistas y amantes de la música romántica.
La colaboración entre Dulce y Armando Manzanero es un testimonio del poder de la música para unir talentos y crear obras que trascienden el tiempo. Su relación, basada en la admiración y el respeto mutuo, dio lugar a interpretaciones que se han convertido en pilares de la música romántica en México y el mundo. El legado de ambos artistas seguirá vivo en cada nota y en cada letra que compartieron con el público.
En palabras de Manzanero: "La música es el mejor idioma para el amor". Y en la voz de Dulce, ese idioma encontró una de sus más bellas expresiones.