Ex presidente peruano Alberto Fujimori muere a los 86 años
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Después de años luchando con su salud y un diagnóstico de cáncer muerió el ex presidente peruano Alberto Fujimori, a los 86 años.
La noticia fue difundida en las redes sociales por su hija mayor Keiko Fujimori, en su nombre y el de sus hermanos menores.
"Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori, acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma. ¡Gracias por tanto, papá!", escribió Keiko.
De qué murió Fujimori
La salud de Fujimori había estado deteriorándose durante algún tiempo, y en mayo de este año, reveló que le habían diagnosticado un nuevo tumor maligno en la lengua. Posteriormente, comenzó a recibir radioterapia, pero su condición continuó empeorando. A pesar de su estado de salud, su hija Keiko había declarado previamente que su padre tenía la intención de postularse nuevamente a la presidencia en las elecciones de 2026.
En las horas previas a su fallecimiento, Fujimori estaba luchando por su vida. Alejandro Aguinaga, médico personal de Fujimori y congresista, habló con los medios fuera de la residencia del expresidente, explicando la gravedad de la situación.
"El presidente está luchando... A la luz de las circunstancias actuales y ante la preocupación por su salud, pedimos que se limiten las visitas. Agradecemos a todos por el interés en Fujimori", dijo Aguinaga. Más temprano en el día, el gobierno peruano también expresó su preocupación por la salud del exmandatario a través de una publicación en X, reflejando la atención que el país prestaba a su condición.
Un legado complejo
Fujimori había sido liberado de prisión en diciembre de 2022, donde cumplía una condena de 25 años por crímenes de lesa humanidad. Su liberación fue consecuencia de una polémica decisión del Tribunal Constitucional de Perú, que restableció un indulto humanitario otorgado en 2017 por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski. Esta decisión generó críticas, ya que fue vista como un desafío a las órdenes de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
El mandato de Fujimori como presidente es recordado tanto por logros importantes como por serias controversias. Se le acredita haber estabilizado la economía de Perú y derrotado a la violenta insurgencia del grupo Sendero Luminoso, pero su gobierno también fue acusado de violaciones a los derechos humanos, incluyendo esterilizaciones forzadas y ejecuciones extrajudiciales.
Su presidencia terminó abruptamente en el año 2000 en medio de un escándalo de corrupción que lo obligó a huir a Japón, donde buscó refugio. Sin embargo, en 2005, Fujimori fue arrestado durante un viaje a Chile y extraditado a Perú para enfrentar cargos. En 2009, fue condenado por crímenes que incluían abusos a los derechos humanos durante su mandato, lo que lo llevó a cumplir una larga sentencia en prisión.
A pesar de las controversias que lo rodearon, Fujimori mantuvo un apoyo significativo entre una parte de la población peruana, particularmente por su papel en la lucha contra el terrorismo y la estabilización de la economía.
Problemas de salud
La salud de Fujimori se fue deteriorando cada vez más en los últimos años. En julio, se sometió a una operación de cadera después de ser ingresado en cuidados intensivos tras sufrir una caída en su residencia en Lima. Sus complicaciones médicas se agravaron en los meses siguientes, cuando sus médicos detectaron otro tumor maligno que lo llevó a iniciar un nuevo tratamiento.
En uno de sus últimos mensajes públicos, Fujimori compartió un breve video en el que expresaba su determinación de luchar contra su enfermedad. "Voy a dar una nueva batalla", dijo, refiriéndose a su lucha contra el cáncer.
Incluso mientras su salud se deterioraba, Fujimori había expresado su deseo de regresar a la política. Keiko Fujimori, su hija y una figura política destacada en Perú, había anunciado que su padre tenía la intención de postularse a la presidencia nuevamente en 2026, un plan que ahora nunca se hará realidad.
La muerte de Alberto Fujimori marca el final de un capítulo controvertido y complejo en la historia de Perú. Su legado, definido por tanto triunfos como escándalos, sigue dividiendo opiniones en todo el país.