Edificio de la serie 'Sex and The City' no quiere recibir a los fanáticos
La famosa serie 'Sex and the City', que se estrenó en 1998, ha dejado una huella imborrable en la cultura popular. Uno de sus lugares más icónicos es el edificio donde vivía Carrie Bradshaw, papel protagonizado por Sarah Jessica Parker, el cual ahora está atravesando una transformación que afecta a los fanáticos.
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La dueña del emblemático edificio, Barbara Lorber, expresó su frustración ante el constante flujo de turistas que han convertido su hogar en un "destino turístico mundial" durante casi tres décadas.
¿Cuál fue el origen del problema?
La serie, que contó con seis temporadas y más de 90 episodios, ha atraído a una gran cantidad de fans que acuden al edificio ubicado el 66 de Perry St. en el West Village, para tomar fotos y recrear escenas icónicas de la serie.
La propietaria, que originalmente permitió que el equipo de la serie usara su edificio en los años 90 para ayudar a un joven buscador de locaciones, nunca imaginó que el programa tendría un éxito tan duradero.
"Sentí pena por el joven buscador de locaciones que se había graduado recientemente de la Escuela de Cine de la Universidad de Nueva York. Me dijo que, si no conseguía ESTA casa, perdería su primer trabajo real en la industria," explicó.
Actualmente, a cualquier hora del día o la noche, grupos de visitantes se reúnen frente al edificio, tomando fotos con flash, hablando en voz alta, publicando en redes sociales y haciendo videos de TikTok.
"A cualquier hora del día o de la noche, hay grupos de visitantes frente a la casa tomando fotos con flash, charlando en voz alta, publicando en redes sociales, haciendo videos de TikTok o simplemente celebrando el momento", fue parte de lo que escribió Lorber en la solicitud enviada al Comité de Preservación de Monumentos Históricos de Nueva York.
Además, notificó que muchos ignoran los carteles de "Prohibido el paso" y se sientan en los escalones para tomarse fotos. Algunos incluso han intentado abrir la puerta principal o tocar el timbre, especialmente cuando están borrachos.
Ante esta situación, Barbara Lorber ha solicitado permiso para instalar una puerta doble de 2 metros de altura, hecha de acero y hierro fundido, frente a la entrada del edificio.
El objetivo de esto es proporcionar una barrera más sólida que ayude a recuperar "una calidad de vida razonable" para los inquilinos. Aunque anteriormente había colocado una cadena para restringir el acceso, muchos turistas la ignoraron por completo.
La transformación del hogar de Carrie Bradshaw en un atractivo turístico ha tenido un impacto significativo en la comunidad local y en sus visitantes quienes de aprobarse legalmente esta medida no podrán ni acercarse al lugar.
Mientras que la serie sigue siendo un referente cultural para muchos, la dueña del edificio busca recuperar la normalidad en su vida y la de sus inquilinos.